A pesar de este extravagante título no
dejo de ser tan romántica y ñoña como siempre. Quería nombrar un poco a esos
números que controlan mi vida, ya sea el número de veces al día que miro el móvil
y me decepciono al no encontrar ningún mensaje de ti, el número de veces que
ojeo tu perfil, las veces en las que pienso en ti, solamente en ti, las veces
en las que me pregunto qué es aquello que te callas y no me dices, las veces en
las que me siento una completa idiota... no, gilipollas con todas las letras
por pensar en que regresarás, las veces en las que suspiro, las veces en las
que caen o casi caen lágrimas indebidas o las veces en las que pronuncio un
"Hasta aquí he llegado." es duro, cuesta mantener el tipo y cumplir
el no insistir.
Insensé, insensible, tu l'aimes mais pourtant tu la fuis...Sigo pensando en todos los besos que he recibido de tus labios, en todas las veces que me envenenaste con "te amo"s falsos y que me hicieron quererte más.
No soy fuerte, nunca dije que fuese fuerte, nunca dije que aprendería a vivir sin ti después de conocerte.
No soy fuerte, por eso aunque me prometí no volver a pensar en ti, aquí estoy, incumpliendo dolorosamente una promesa.
Me pregunto si alguna vez has llegado a leer mis letras y pensar en mi, en pensar en cada uno de tantos instantes pasados... en nuestro nidito de amor, como tu lo llamabas, en las escaleras, en tu clase, en casa de algún amigo, en nuestras casas, en los pasillos de... bueno, en pasillos, en tu partido, en el Burguer King, en el Retiro o en el Tierno (que, por cierto, todavía me debes ese entrenamiento de fútbol), en mi entrenamiento, en la señal, en las paradas del bus, en la Warner, en el Rayo (todavía sigo guardando tiernamente la bufanda) y luego en el bar con parte de tu familia,... los nombro porque no quiero olvidarlos, no quiero olvidar ningún sitio junto a ti.
¿Qué te hizo buscarme aquel día después
de decirte que me estabas perdiendo? Pero gracias, aunque no vuelvas a venir a
por mi, aunque no vuelvas a buscar entre la gente mis labios para recibirme con
un beso, aunque ahora derrame lágrimas silenciosas, aunque no pase el último de
mis días junto a ti, ahora te digo que gracias, gracias por todo lo que me has
dado, gracias por todo lo que me has enseñado, gracias por haberme dejado
conocerte aunque sea un pelín, muchísimas gracias por esos meses en los que
recé un eterno.
Son sólo matemáticas, son sólo segundos
que hacen pasar el tiempo y con ellos se acerca el olvido ¿no?
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